POESÍA

Clásicas brevedades.

Se dice que Frédéric Chopin  improvisaba
fantasías a la luz de la luna. En las noches tibias, aciagas,
le embriagaba la pena y la desventura.
Se dice que Beethoven, quedándose sordo
procuró vaciar la música de su alma
componiendo 9 sinfonías, y para piano, 32 sonatas
donde de su desgarradora tragedia
quedara indudable constancia.
Se dice que Bach fue un genio condenado
a reprimir sus tristezas detrás de incontables notas.
Y en su complejidad intelectual ahogó los gemidos
por la pérdida irreparable de su amada esposa.
Se dice que Mozart fue explotado por su padre,
un villano que lo controlaba tanto como podía. 
Le robó su infancia y le exprimió en vida,
sin pensar que, mientras él ganaba,
tantas cosas su hijo perdía.
Se dice que Liszt se convirtió en lector voraz
para suplir la falta de educación en su niñez.
Al momento de su muerte tenía varios miles de libros
pues la lectura le dio todo 
lo que de niño no pudo aprender.
¿Y cuál será la historia de nuestras vidas?
¿Detrás de qué palabras yacerán escondidas
nuestras profundas frustraciones, nuestras insondables alegrías?
Para qué habrá servido toda esta aventura de nacer.


—Lihem ben Sayel.

POESÍA

Recuerdos como heridas.

Al cruzarse un pajarillo en mi ventana vacía, 
se estrelló contra la fortaleza monótona de mi canto:
un susurro;
una sonata tardía,
un pensamiento furtivo en tu regazo.

Si los atardeceres soñaran con los amaneceres azules,
con el descanso de las olas que cabalgan arrogantes el mar,
talvez hallarían en su interior tesoros descritos
en los versos de poetas náufragos de su propia soledad.

Aunque quise, no solté las piedras de la culpa.
Aunque pude, decidí que no era ocasión de volar.
Ni en mil silencios invernales hubiera llegado más lejos
que aquellas lunas que me forjaron en la implacable tempestad.

Estamos hechos de brizna y rocío,
de cal y de arena,
de guerra y de paz.
Estamos hechos de recuerdos como heridas
que duelen por dentro,
y desgarran al pasar.

—Lihem Ben Sayel…

*Este es el primer poema que escribo después de mucho, mucho tiempo. Ha sido liberador en todos los amplios sentidos de la palabra. No sé decir más.

PROSA

La petición.

Me encontrarás junto al río, después de caminar a través de la tierra húmeda. Entre los árboles que se muestran, y los ocultos. Por encima de las ramas que crujen, y los pájaros que jamás silencian su canto. Me encontrarás allí, talvez, escribiendo un diario, o quizás con un libro a cuestas. Con la mirada perdida mientras mis pies se mojan. El cabello danzando al viento, —porque jamás he sabido dominarlo. Y cuando me veas, no menciones mi nombre. Ni me toques el hombro. Ni suspires muy fuerte. Déjame allí, con mi diario, o con mi libro. Con mis pensamientos muy lejos, muy lejos… Con el sonido del agua corriendo, como quien persigue un sueño que se le escapa. Con la melodía del campo, de la brisa, bajo el tenue calor de un nuevo sol.

—Lihem ben Sayel.

LETTERS TO MY BELOVED, PROSA

LOVE LETTER [2]: “Detrás del velo»

Un corazón libre. Libre. Una mente que se expande de aquí hasta los confines del universo que tanto admiro, que tanto amo. Un invierno que se acaba y una primavera que comienza. Un desierto que se vuelve oasis: la cuna de en quién me he convertido hoy por hoy. Una mariposa a quien no pudieron cortarle las alas, así que vuelo hacia un propósito sin misterios, porque tu presencia gloriosa alumbra el camino en el aire de mi destino. Un silencio que me hizo fuerte. Un abrazo que me derrumbó. Los poemas de la noche y las canciones de la madrugada, —nuestras canciones, nuestros poemas. Caminar contigo no fue mi elección: tú ya me habías escogido desde antes de que mis ojos experimentaran la luz del sol. Tus latidos me pertenecen: por eso los busco con afán desbordante. Fui ideada en el centro de tu corazón: por eso quiero volver allí desesperadamente. Ya no soy ciega, pues he logrado ver allá donde ni el tiempo existía. Detrás del velo se escondía mi tesoro. Y ahí, detrás del velo, es donde he puesto mi corazón.

—Lihem ben Sayel…

PERSONAL

¡Mi canal de Youtube!

¡Hola amigos! Les presento mi canal de Youtube. Aquí estaré subiendo videos míos hablando acerca de cosas profundas y otro tipo de reflexiones. Espero que puedan suscribirse: https://www.youtube.com/user/LihemBenSayel

¡Un fuerte abrazo!

Lihem Ben Sayel [Nejath L. Hidalgo]

CONFESIONES :o, PROSA

LOVESONG [2]: El secreto de la noche.

He probado el sabor de tu paladar, más dulce que la miel, que destila las palabras de vida por las cuales yo subsisto. Me he internado en lo profundo de tus cámaras, para hallarte a solas, donde ningunos otros ojos puedan posarse sobre nuestros encuentros de intimidad y comunión ferviente.

Me has pedido, en sueños, que corra hacia ti, y mi devoción hacia ti se ha exacerbado. Yo dormía, pero mi corazón palpitaba con la fuerza de un huracán porque mi subconsciente escuchó tu voz, y yo corrí tras ella, aunque para ello tuve que abandonar la calidez de mi cama, la seguridad de mis aposentos. Y cuando fui en pos de ti —porque me llamabas, y me decías “ven conmigo, amiga mía”— me encontré con lo más cruel de la nocturnidad. Estaba sola, y tenía frío. Hombres malvados me rodearon y me despojaron de mi honra.

La única pureza que tenía para ofrecerte fue mancillada en la noche más oscura de mi vida. Ellos me golpearon porque a sus ojos yo no valía nada. El velo con el que cubría mi rostro y lo guardaba para ti me fue arrebatado. Fui herida y tuve miedo. Sus palabras fueron dardos que menoscabaron mi integridad. Sus golpes fueron actos de crueldad que subyugaron mi dignidad. Me sentía completamente indefensa y tan pequeña como un grano de arena en el desierto.

Pensé que no volvería a amar jamás. Pero el calor de tu voz me sedujo, y yo fui tras ella sin pensarlo. Porque, mi Amado, nada tiene más poder sobre mi corazón que el timbre de tu voz llamándome por mi nombre. ¡Soy como el débil metal atraído por el imán de tus palabras! Mi corazón es hielo que se derrite ante el fuego de tu mirada. Y cuando intenté resistirme, tu llamada se hizo aún más fuerte.

Cuando las doncellas de Jerusalén  me preguntaron <¿qué tiene de especial tu Amado que no puedes apartarte de Él ni aún en las frías madrugadas, ni aún a pesar de lo que has sufrido por ir tras su corazón?> Yo las mire, y sonreí —aún doliéndome mis recientes heridas—, y les dije: oh, doncellas, ustedes desconocen lo que mi Amado y yo hemos vivido en el secreto de la noche. He probado su fragancia de incienso, canela y mirra, y de todo tipo de especias aromáticas. ¡Eso no se olvida jamás!

Mi amado ha derramado sobre mí el aceite más puro, y ha hecho resplandecer mi rostro. Ha destilado su amor en forma de gotas de sangre solo para que yo pudiera sentirme otra vez amada, y a salvo. Sí, he sido herida. Sí, he sido golpeada. Sí, he sido mancillada por ir tras su corazón. Pero el recuerdo de la fragancia de su presencia lo ha impregnado todo en mí, aún mis temores y mis malas vivencias.

El sufrimiento que experimento cuando no estoy con Él, cuando no le siento cerca, es peor tormento que cualquier herida que me pudiese infringir el hombre. ¿Acaso no lo entendéis? ¿No habéis sentido algo así jamás…? Mi temor a perderle es mayor que mi temor a la violenta persecución de los que me odian.  Mi recompensa es ser bañada en el aceite fresco de su presencia, y oler tanto a Él, que mis aromas se escondan detrás del efecto omnipresente de su fragancia. Y ahí, mi gozo será completo. Ahí, mi corazón herido encontrará su tierno reposo, y los efectos reconfortantes de su perfecta sanidad.

Por eso, doncellas, amigas, dejen que continúe mi camino, dejen que siga las huellas de mi Amado, dejen que me adentre en las cámaras secretas de mi Rey, y dejen que Él y yo volvamos a recrear Edén, donde empezó todo, donde nuestro amor fue perfecto y sublime. Déjenme habitar en el secreto de la noche, porque ese es el lugar —el ambiente de eternidad— al cual pertenezco.

Lihem ben Sayel…

[Inspired by «Song of songs», chapter 5.]

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POESÍA

Carta 1

Hoy recordé los viajes que antaño hicimos

de los cuales no tuvimos el detalle de regresar enteros.

Los libros que leíamos —recostados sobre la hierba muerta—

mientras se oía, a lo lejos, una queja proveniente de no sé dónde.

Reíamos como posesos, como niños excedidos en azúcares

pero sin padres demasiado próximos a ellos que pudieran regañarles. 

Así reíamos. Bien lo recuerdo.

Mi sombrero. Tu corbata. 

Las tazas de té a los lados de la manta, de colores vivos y engañosos,

como el sol que se escondía para dejarnos expuestos ante la luna,

llena y exquisita.

Me tomaste de la mano para prometerme

relojes sin tiempo,

orillas sin olas, 

vestidos sin hilos,

y noches sin sombra.

Yo me lo creía todo, como una paloma indefensa

o como un anciano decrépito que ya nada exige,

salvo la indiferencia.

Hoy recordé nuestros viajes.

¡Lástima que no volvimos enteros!

 

—Lihem Ben Sayel 

 

POESÍA

Oda al tiempo perdido

Allí, donde huyen las voces

y el silencio te atrapa

—como telaraña,

allí;

donde la suavidad de la seda es

mero espejismo.

Allí claudicó el tiempo;

se convirtió en gran abismo.

Las luciérnagas apagaron la Luz.

 

—Lihem Ben Sayel.

352320

 

PROSA

EL ENCUENTRO

 

Contengo la respiración: jamás había visto algo tan hermoso. Su fuerza se prolonga  aún más allá de mis debilidades. Su sonrisa, me obliga a seguirle adonde va. De pronto, me doy cuenta de que mis pies no tocan el suelo; mis brazos parecen alas —ligeras y hermosas— extendiéndose en un temerario pero delicioso vuelo por encima de la nube de mis pensamientos —y de las opiniones, de los «no»; del dolor—. Se han caído pesadas cargas, y las cadenas se han roto, así, de repente. No consigo saber exactamente qué ocurre, pero una cosa sé: soy libre. Y jamás me habían amado de tal manera, haciéndome sentir que, a pesar de la multitud de mis defectos, yo soy mucho más que eso. Sus delicadas palabras consuelan. Sus abrazos me fortalecen hasta el punto de hacerme sentir invencible. Su mirada se clava como estaca en lo profundo de un corazón que antes solo conoció lo penetrante y macerante de las espinas. No hace falta articular frases pomposas, ni es necesario aferrarme a las cosas de antes para sentirme más segura en tierra. No. Prefiero volar junto a él. Porque de todas formas, fue él quien me enseñó el verdadero significado de lo que es vivir. A plenitud.

—Lihem Ben Sayel
PROSA

TESOROS ANTIGUOS

Busco un tesoro antiguo en las páginas de un libro sagrado. El silencio se vuelve mi sombra, y en mi amiga, la quietud. Una esperanza me sobreviene: ¿será que podré encontrarlo? Busco, en palabras secretas, descifrar un código de luz. En las horas que trascurren —tan lento—, me sumerjo en lo profundo de su ser. He habitado demasiado tiempo en la superficie, como para saber que no es allí donde quiero permanecer. Busco algo más que verdades, busco algo más que poesía. Busco una revelación certera que sea capaz de transformar por completo mi vida. Tanto busco, que me he convertido —y no me avergüenzo de ello— en una caza tesoros como los de aquellos lejanos tiempos. Busco la llave maestra que abra las puertas secretas de un conocimiento superior. Sí, he dejado muchas cosas atrás. Sí, aún seguiré despojándome de unas cuantas más. Pero no descansaré hasta que mis ojos se enceguezcan a causa del destello de su gloria, la gloria que desprenden los tesoros más valiosos. Aquellos que, finalmente, son los que terminan atrapándote a ti.

—Lihem ben Sayel.