ENSAYO

[NÚMERO 7: ALEGATO FINAL.]

Cuando una persona escribe, lo hace por múltiples motivos. Antes, en tiempos pasados, escribía para lo que hiciera falta. En las tareas de poesía que nos enviaban en el instituto, le hacía las poesías -gratuitamente- a mis amigos, porque no me costaba nada. Escribía en las fechas especiales -cartas, postales-. Escribía para desahogar mi siempre reservado corazón. Escribía para producir un efecto. A medida que he ido creciendo, debo ser sincera: no tengo mucha gente a quien escribirle una carta, un poema, o un verso. No porque no tenga gente valiosa o digna de ello a mi alrededor. Pero posiblemente sea porque ahora, para mí, la escritura es como la esencia más pura de mi alma. Y en la madurez, sabes que dependes de esa esencia. No se puede -ni se debe- malgastar. No se debe derrochar, como si de un vino corriente -que se ofrece a cualquiera- se tratara. La escritura ha sido muchas cosas para mí. Pero, llegados a este punto, ahora, la escritura soy yo. Me es imposible escribir algo que no siento. O algo que redunde. O algo para quedar bien. Me es imposible escribir si no hay un sentimiento genuino empujando las paredes de mi corazón y de mis venas luchando desaforadamente por salir. Me es imposible dedicar versos a la gente simple, o amoldada a este insípido mundo, que cada vez más lo despersonaliza todo. Yo no formo parte de este sistema. Y ya puestos, ni siquiera me siento parte de este mundo. O al menos de esta época. Miro a mi alrededor, y no entiendo muy bien lo que ocurre. Prefiero mi mundo de libros, de música clásica y jazz, de poesía, de bosques, de flores, de sentimientos genuinos, sin fingimiento alguno. Me amenazo a mí misma con desaparecer: escribir en mis diarios y no dejar que nadie lea en mi alma. Pero a la vez, no puedo. Mi existencia es como un grito de auxilio: busco gente en este «mundo», en esta «época», que me diga: ¡sí, yo también me siento así, como tú! ¿Por qué vivir la intensidad de la vida en soledad, cuando la puedes compartir con otros seres semejantes a ti? Cada una de estas  7 entradas tiene un significado personal profundo y sincero para mí. Y créanme, que valoro esa sinceridad y esa pureza más que nada en la vida. Ni siquiera estoy segura de haber escrito todo esto para que lo lean, sino más bien para saber en qué punto exacto se encuentran mis sentimientos. Y sólo tengo una forma de saberlo, por muy obvio o absurdo que parezca. No todo me va bien, la verdad. Estoy frustrada por ciertas cosas que han ocurrido en los últimos dos años que me sobrevinieron de forma inesperada, y con lo que me está costando coexistir. Pero yo soy una guerrera. Poética, pero guerrera al fin y al cabo. Lo que importa es reconocer que estás en la guerra y que, pase lo que pase, no vas a formar parte del bando perdedor. Me asombra -en mis 30 años de existencia- la facilidad con la que la gente entra y sale de tu vida, como si nada. Eso, fíjate, aún me cuesta asimilarlo. Supongo que en los siguientes años lo comprenderé mejor, o sencillamente lo ignoraré. Incluso yo misma me he desligado -de forma natural, no intencional- de personas a las que aprecio. Pero eso a veces ocurre, sin siquiera pensarlo. De otras personas sí que me desligué intencionalmente. Pero esa es otra historia.

Bueno, ya está, lo dejamos aquí… Ya exprimí demasiado el corazón. 🙂 Me quedo tranquila y satisfecha.

Lihem ben Sayel.

33 comentarios en “[NÚMERO 7: ALEGATO FINAL.]”

  1. Este mundo, ese del que no te sientes partícipe, tiene una pequeña ventaja: Que puedres transmitir tu desazón, y que ésta pueda ser compartida por todos los que sienten lo mismo. Imagínate esa lucha, armada con pergamino y laúd como único arsenal. Sería la misma lucha, pero para encontrar un aliado ibas a tener que recorrer mucho mundo.
    La verdad es que según lo voy contando no me parece tan mal.

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  2. Hermoso y me sentí plenamente identificada desde el comienzo hasta el final, solo dos discrepancia, me gusta el jazz pero no soy fan, es decir, no colecciono discos pero tengo varios audios buenos en el ordenador, y la edad, soy menor, jeje. Pero en todo lo demás, desde escribir desde pequeña, haber ayudado a varias reconciliaciones con lo que escribía, mis cartas sin fin, todo… plenamente identficada `Me es imposible escribir si no hay un sentimiento genuino empujando las paredes de mi corazón y de mis venas luchando desaforadamente por salir. Me es imposible dedicar versos a la gente simple, o amoldada a este insípido mundo, que cada vez más lo despersonaliza todo. Yo no formo parte de este sistema. Y ya puestos, ni siquiera me siento parte de este mundo. O al menos de esta época´

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          1. Hermoso que te guste la música clásica! yo tocaba el piano y ejecutaba el violín, así que creo que compartimos el amor al arte de la música clásica, hermosa! Sensible, llega al alma. Solo alguien que puede disfrutar de ella sabe lo que estoy mencionando. Estoy leyendo de a poco las categorías de tu blog y es un deleite descubrirte en cada una. Tantas palabras que se sienten el alma ´Si escribes bien, es genial, pero si además posees calidad humana, sencillez y bondad, entonces eres alguien excepcional.´ esto me encantó, porque considero que es cierto, sentir cada palabra y que la persona que lo haga sea verdaderamente cómo describe sus sentimientos es algo único. Encantada Lihem de descubrir tu Blog y naufragar en el…! no me voy a cansar de decírtelo.

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  3. Mi alma siente afinidad con la tuya.. Lo único q m ata a este plano son los seres q amo, pues creo q todo lo q sucede fuera del circulo d seres q quiero no va conmigo.. 🙂 Sigue deleitándonos con esas palabras q describen como es tu alma .. Abrazos d luz

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  4. Yo, por el contrario, me desgasto y me malgasto cada día…Brindándome a todos tal cual soy y tal cual son ellos. Yo en mi dilapidación de versos me veo enriquecido con amigos, en dar encuentro precisamente mi retener. Me inspira tu poesía, sólo que le doy un poco la vuelta… 😀

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  5. Hola Lihem, hacía tiempo que no entraba a wordpress (ocupaciones, trabajo y más trabajo) y hoy entre, me topo con tu entrada «[NÚMERO 7: ALEGATO FINAL.]», la leo detenidamente y con atención, al leerla, me doy cuenta que hay 6 entradas anteriores a esta, ¡la curiosidad llama a mi puerta!, quiero entender y descubrir que te llevo a escribir la entrada número 7, ¿porqué?, porque al igual que tu, yo en algún momento de mi vida me llegue a sentir como tu, «ajeno a este mundo», entonces me regrese y empece a leerlas una a una y en orden, ¿entendí?, ¿descubrí tus motivaciones?, esa era mi intención primera, pero ya para cuando leí las 7 entradas no me interesaba esa intención primera, ahora era «escucharte» y lo hice, te escuche en silencio, con detenimiento, todas y cada una de tus palabras fueron escuchadas no solo por mis oídos, mi corazón «sintió» esos sentimientos que transmitiste a través de las palabras que fuiste hilando una a una, encontré, «soledad» «frustración» «desasosiego» «impetuosidad» y al final «calma», como tu misma lo dices en tu última entrada, te «vaciaste» y quedaste en paz, si me lo permites, hay muchos que no nos sentimos de este mundo, «que bueno», y no tenemos porque sentirnos mal, si alguien o incluso la pareja no nos comprende o nos rechaza. Lamentablemente, hoy en la actualidad a esto que llamamos «mundo», desde mi punto de vista, anda un mucho perdido, buscando la felicidad en donde no esta y aquel que se atreva a siquiera cuestionar eso, es rechazado, vilipendiado, esto te lo digo por experiencia, ¿que viene después?, el comprender con humildad a los demás, incluso, llegas a ayudarlos, ¿a qué?, a que con tus palabras, a que con lo que escribes, cuestionen sus propias ideas y puntos de vista acerca de esto que llamamos «mundo», te puedo asegurar que tu haz contribuido enormemente a la «salvación» de las almas de las personas, ¿porque digo esto?, porque hoy en día, estas mismas personas se han olvidado de sus almas y se han entregado a lo meramente corporal y material, entonces ¿porque sentirse mal?, si algo tiene la escritura es que te libera, ¿de que?: de estricteces sociales, de opiniones infundadas y de esquemas sociales, ¿qué pasa entonces? simplemente que en esto que llamamos «mundo» hay personas más evolucionadas que otras en cuestión de libertad, las que te atacan, los que te rechazan son seguramente los que no han logrado evolucionar del todo, mi recomendación, rodeate de personas que practiquen alguna bella arte, ¿porque?, porque como ya lo dije, las bellas artes liberan, como es el caso de la literatura, eso hice yo, y he encontrado en mi vida seres maravillosos que la han enriquecido abundantemente, ese es mi consejo (si me lo permites), se más selectiva con tus amistades, con tu trabajo y sobre todo con la persona que escojas como pareja, busca personas afines a ti, liberadas como tu lo estas, entonces empezaras a ver que el «mundo» a pesar de sus pesares, vale la pena habitarlo. Un abrazo y un saludo. Manuel

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    1. Wow, qué decir frente a tu comentario. Primeramente agradecerte por tomarte el tiempo no sólo de leerme sino también de intentar interpretarme. Creo que eso se merece un «gracias» desde lo profundo de mi corazón. No son muchas las personas que lo hacen. Ciertamente, dices cosas muy interesantes, y que me llevan a pensar que has acertado en gran parte de las cosas que has dicho, incluyendo los consejos, porque creo que es vital saber de quiénes nos rodeamos. En la vida debemos aprender a tomar ese tipo de decisiones. Un abrazo Manuel, y gracias por este esfuerzo extra que has hecho al leerme.
      Lihem ben Sayel.

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  6. Me encantó leer tu punto de vista. Realmente pareces un ser muy sensible y déjame decirte que en la vida real pocos son tan transparentes.

    Es grato leerte y sentir que en la distancia otras almas se conectan sin prejuicios y etiquetas.

    KnHs

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¡Gracias por tu comentario! Un abrazo.