Muchas de las cuestiones más trascendentales de nuestra vida a veces comienzan con un «y si…».
A veces me pregunto qué habría sido de mi si hubiese tomado caminos distintos. Decisiones diferentes.
Simplemente me pregunto, ¿dónde estaría hoy?
No es que no me encuentre feliz, es que simplemente, a veces, te lo preguntas: ¿a dónde me habría llevado ese camino? Creo también que una de las palabras que a veces pueden asolar nuestra alma es la palabra frustración. Esa palabra que es algo así como «ciertas cosas no resueltas que te persiguen como si fueran una sombra al atardecer».
Quizá la culpa es mía, por pensar tanto, y siempre. Talvez si no le diera vuelta a las cosas y si me limitara a conformarme con mi realidad sería suficiente. Pero necesito divagar con mis pensamientos para aclarar mis ideas. Porque a veces siento como si perdiese mi norte, mi camino. Me siento un poco perdida, confusa. Y me pregunto: ¿está mal sentirse así? ¿Acaso no tengo el derecho de equivocarme, de sentirme así? ¿Puedo gozar de ese margen?
¿Cómo uno vuelve a su camino, a la senda correcta? O mejor aún, ¿por qué a veces tenemos esa extraña sensación de estarnos desviando o desenfocando?
A veces queremos hacer tanto, que se convierte en distracción de las cosas esenciales. Las cosas importantes. Y esto también me suena a cliché… Porque, ¿qué es lo que catalogamos como importante?
Sí.
¿Qué es lo importante…?
El otro día hablé con un amigo, y le confesé que me sentía tan extraña y tenía tantos deseos de hablar con alguien ‘de confianza’, que me miré al espejo y empecé a hablar conmigo misma. Hablé conmigo misma. Me miré a los ojos. Y en esa conversación ocurrieron cosas que serían difíciles de explicar aquí. Pero al terminar, me sentí mejor…
¿Cambia tu concepto de lo que es verdad? ¿Cambia tu mentalidad de cuando en cuando? ¿Cambias tan a menudo que a veces te ves al espejo y no te reconoces?
Caminos. Sendas. Decisiones. Y el tiempo… el tiempo que pasa y no se detiene.
Pero no tengo miedo. Tengo paz con lo que ocurrirá más allá.
«Memorias de una princesa» 
Después de leerte me has hecho reflexionar sobre el sentido de mi vida y el precio excesivo que conlleva seguir un sueño
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Me alegro de haber colaborado en ello Hermes, un abrazo amigo 🙂
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A mi parco entender creo que todos nos hemos hecho estas mismas preguntas. Y no es que nos arrepintamos de la decisiones tomadas, es simplemente curiosidad de haber sabido cual hubiera sido nuestro futuro de haber elegido el otro sendero. 🙂
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¡Sí! Lo has captado a la perfección. Porque, sinceramente, me siento muy muy feliz con mi vida. Simplemente que muy de vez en cuando uno divaga y se encuentra con que decisiones trascendentales marcaron un hito en nuestra historia. Y ahí entra la curiosidad… Lo que sí está claro es que no cambio la vida que vivo por nada 🙂
Un abrazo.
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Tu vida es tuya y si la has vivido sí sera que ese era tú destino, que te hubiera gustado hacer algunas cosas de otra manera, tal vez, pero cambiarla nunca.
Perdóname ahora soy yo quien divaga.. 😉
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No hay nada que perdonar. Y tampoco hay nada más interesante que compartir divagaciones. Un saludo 🙂 !!
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Les mensonges les plus cruelles sont dit en silence. Et chaque fois que la vérité est remplacée par le silence, le silence devient un mensonge.
Cela étant dit, même si c’est le forum que vous choisissez (ou sentez le plus à l’aise) en donnant la parole à vos murmures silencieux, au moins vous avez commencé leur donner une voix. C’est l’étape la plus importante. Sinon, ils peuvent vous rendre fou. Un gros câlin.
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Muchas gracias 🙂 tus respuestas son siempre acertadas y me llegan al corazón como las palabras de un amigo, de alguien a quien de verdad le importan estas líneas que han sido escritas desde esos silencios y, -a veces-, desde esas mentiras.
Un fuerte abrazo, como siempre
🙂
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Escriba más post como este sin dudarlo, para los que también nos sentimos así es un alivio leer esto.
Un sentimiento relativo a estar perdiendo el rumbo, nos comentabas. Puede que sea el rumbo al que nos llevan las consideraciones de los demás, lo que nos imponen. Quizá esas locuras que pensamos frente al espejo sean aquellos propósitos para los que de verdad deberíamos dedicar nuestra vida… Quién sabe.
https://liricareunida.wordpress.com
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Algo que me disfruto de este medio, es poder toparme con gente sensata como ustedes. Gente que vale la pena conocer. Aunque bien sé que cada persona que se cruza en nuestro camino deja algún tipo de enseñanza. Me identifico con las personas sinceras y honestas, con el tipo de persona que es capaz -en medio de su fortaleza- de reconocer también sus debilidades. Ese tipo de personas merece mi credibilidad más aún que aquellos que quieren hacerme pensar que siempre son fuertes. Así que ustedes sigan también en la línea de escribir cosas con las que los demás nos podamos identificar. Al fin y al cabo, para ese motivo escribimos desde el corazón.
Un fuerte abrazo equipo, sois una bendición 🙂
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El, y si? Siempre presente en nuestras vidas… Cuando no debería ser asi. Y si hubiera hecho esto, y si hubiera cogido el otro camino, y si, y si. Deberiamos no darle vueltas puesto que si ese, y si, no existió, nunca podremos saber lo que hubiera pasado. Nos gustaría saberlo, por eso siempre seguirá el, y si, en nuestra mente.
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¡Tienes razón! 🙂 De hecho reconozco como una de mis debilidades el darle a veces muchas vueltas a las cosas. Supongo que son rasgos del temperamento, porque sé de personas que en absoluto se detienen en estos temas tan a menudo como podría hacerlo yo. Sé que en ocasiones abuso del auto análisis y de la introspección, así que te agradezco tu consejo 🙂 que de paso, es el que siempre me suelen dar mis amigos. Pero a veces recaigo en el hecho de plasmar mis pensamientos por muy volátiles y pasajeros que estos sean. Yo amo mi vida y soy feliz con ella, pero como tú dices, «nos gustaría saberlo», y creo que eso es lo que hace que le demos un par de vueltas a las cosas de vez en cuando.
Un fuerte abrazo, y gracias por pasarte por aquí, siempre es un placer
🙂
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Bueno, es inevitable pensar. A mí me reconforta confiar en que conozco a gente maravillosa precisamente por haber escogido este camino, equivocado o no, pero sin el cual nunca hubieran estado en mi vida, por ejemplo muchos amigos amigas, e incluso mis hijos…
Un saludo
Te he nominado para el Liebster award rojo.
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Así es, y tienes razón… como comenté antes a otros compañeros, yo amo mi vida, y me siento feliz viviéndola. Por ejemplo, yo soy inmigrante, y salí de mi país con 17 años, llena de ilusiones y de amigos, y de familia, que en cuanto tomé ese avión tuve la sensación de que perdería. Se quebraron muchas cosas en mi corazón, ya sabes, esas ilusiones de estudiar con mis amigos en la universidad, sueños de adolescentes que son del tamaño del cielo. Lo pasé mal durante un tiempo, me sentía rara, diferente, que no encajaba. Pero resulta que los años fueron pasando y me fui adaptando. Y estando aquí, conocí al amor de mi vida, mi esposo. Así que sí que es reconfortante saber que ciertas decisiones -aún las no intencionadas, como el hecho de seguir a mis padres a otro país- nos han permitido edificar quiénes somos, incluso nuestra más honda felicidad.
Muchísimas gracias por la nominación, admiro tu Blog, así que es todo un honor, lo digo de corazón.
Un abrazo muy fuerte 🙂
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Gracias! Yo también admiro mucho el tuyo. Tiene mucha magia, por dentro y por fuera. Imagino que muchos de los que escribimos aquí » sangramos» juntos y eso nos crea una complicidad especial. Un abrazo muy grande también para ti.
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Sí!, algo así como «hermanos de sangre» 😉
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«El otro día hablé con un amigo, y le confesé que me sentía tan extraña y tenía tantos deseos de hablar con alguien ‘de confianza’, que me miré al espejo y empecé a hablar conmigo misma. Hablé conmigo misma. Me miré a los ojos. Y en esa conversación ocurrieron cosas que serían difíciles de explicar aquí. Pero al terminar, me sentí mejor…»
¡Este párrafo es GRANDE!
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¡Tú sí que eres grande Kuncito! Ya me voy a tu Blog para ver si has puesto algo eh? Un abrazo campeón!
🙂
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¡Eres una linda! 🙂
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Sí querida poeta, y es que a veces es tan difícil no compararse con la trayectoria de los demás, cuando todos somos diferentes, y es que no a todos se nos permite cometer errores, en caso contrario, la vida es despiadada.
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Compararnos para estimularnos es positivo, y muchas veces funciona. Lo malo es cuando no tenemos un buen concepto nuestro, y vemos siempre a los demás como «mejores», sin recordar nuestras cualidades. Saludos amigo!
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