He aquí mi regalo de hoy =)
¿Quién no dedicó alguna vez un poema? ¿Quién no escribió poesía en la efervescencia del amor o de la soledad? ¿Quién no ha leído algo de Neruda y se ha emocionado en sus entrañas? Amo la poesía. La amo desde mi niñez.
Apasionada, tierna o sombría… la poesía nos dirige a lugares insospechados. Nos invita creer en la belleza de la vida. Nos hace sentir. Estremecernos.
Es el desahogo literario por excelencia. Es la luz al final de un túnel de emociones retenidas. Bajo el abrigo de la poesía los sentimientos más puros son revelados, las historias más pintorescas son contadas, y los anhelos más profundos resurgen del alma…
La poesía es un regalo, un don. El que la recibe se siente halagado, el que la escribe, ha conocido una forma de libertad.
Yo soy de los que ama la poesía.
Yo soy poeta de corazón.
¡Y amarle pude!
Al sol de la existencia
se abría apenas soñadora el alma…
Perdió mi pobre corazón su calma
desde el fatal instante en que le hallé.
Dolores Veintimilla de Galindo, poetisa ecuatoriana. (1830-1857)
Anuncios
(Yo tirando para casa ) uno de Amado Nervo: SI TU ME DICES VEN….
Si tú me dices «¡ven!», lo dejo todo…
No volveré siquiera la mirada
para mirar a la mujer amada…
Pero dímelo fuerte, de tal modo
que tu voz, como toque de llamada,
vibre hasta el más íntimo recodo
del ser, levante el alma de su lodo
y hiera el corazón como una espada.
Si tú me dices «¡ven!», todo lo dejo.
Llegaré a tu santuario casi viejo,
y al fulgor de la luz crepuscular;
mas he de compensarte mi retardo,
difundiéndome ¡Oh Cristo! ¡como un nardo
de perfume sutil, ante tu altar!
Me gustaMe gusta
¿Y este?Poema Besos
de Gabriela Mistral
Hay besos que pronuncian por sí solos
la sentencia de amor condenatoria,
hay besos que se dan con la mirada
hay besos que se dan con la memoria.
Hay besos silenciosos, besos nobles
hay besos enigmáticos, sinceros
hay besos que se dan sólo las almas
hay besos por prohibidos, verdaderos.
Hay besos que calcinan y que hieren,
hay besos que arrebatan los sentidos,
hay besos misteriosos que han dejado
mil sueños errantes y perdidos.
Hay besos problemáticos que encierran
una clave que nadie ha descifrado,
hay besos que engendran la tragedia
cuantas rosas en broche han deshojado.
Hay besos perfumados, besos tibios
que palpitan en íntimos anhelos,
hay besos que en los labios dejan huellas
como un campo de sol entre dos hielos.
Hay besos que parecen azucenas
por sublimes, ingenuos y por puros,
hay besos traicioneros y cobardes,
hay besos maldecidos y perjuros.
Judas besa a Jesús y deja impresa
en su rostro de Dios, la felonía,
mientras la Magdalena con sus besos
fortifica piadosa su agonía.
Desde entonces en los besos palpita
el amor, la traición y los dolores,
en las bodas humanas se parecen
a la brisa que juega con las flores.
Hay besos que producen desvaríos
de amorosa pasión ardiente y loca,
tú los conoces bien son besos míos
inventados por mí, para tu boca.
Besos de llama que en rastro impreso
llevan los surcos de un amor vedado,
besos de tempestad, salvajes besos
que solo nuestros labios han probado.
¿Te acuerdas del primero…? Indefinible;
cubrió tu faz de cárdenos sonrojos
y en los espasmos de emoción terrible,
llenaron sé de lágrimas tus ojos.
¿Te acuerdas que una tarde en loco exceso
te vi celoso imaginando agravios,
te suspendí en mis brazos… vibró un beso,
y qué viste después…? Sangre en mis labios.
Yo te enseñe a besar: los besos fríos
son de impasible corazón de roca,
yo te enseñé a besar con besos míos
inventados por mí, para tu boca.
Me gustaMe gusta